Escondido tras un falso programa de incentivos de la petrolera holandesa Shell un estafador se presentó como operador de atención al cliente y por whatsapp pidió a su potencial víctima que respondiera “ok” para supuestos beneficios. “El objetivo era inducir la apertura de una cuenta para obtener credenciales bancarias y datos sensibles”, advirtió la defensora del Consumidor, Valeria Schwartz.
Según el denunciante jubilado recibió “una imitación perfecta de la estación de servicios -con colores rojos y amarillos- para ofrecerme descuentos, pedirme que abriera una cuenta y datos personales”, relató.
Estas maniobras se han multiplicado y, en general, imitan páginas de marcas reconocidas, perfiles en redes sociales y prometen ventajas exclusivas orientadas principalmente a los adultos mayores. Apelan a “beneficios extra” y “de urgencia” con frases típicas como “promoción por tiempo limitado” para inducir a las víctimas al error, confirmar códigos o ingresar enlaces maliciosos. Así han logrado acceder a billeteras digitales, realizar transferencias o incluso, gestionar créditos a nombre de los desprevenidos.
De acuerdo a datos oficiales y de las entidades bancarias que administran tarjetas de crédito, estas estafas han crecido exponencialmente en los últimos cinco años y ocurren con mucho mayor frecuencia en proximidad de las fiestas tradicionales de Navidad o fin de año. Lo mismo, durante los beneficios “hot sale” y similares que se promocionan exclusivamente a través de las ofertas virtuales.
¿Por qué a los jubilados?
La modalidad de estafa está especialmente pergeñada para engañar a jubilados y pensionados porque constituyen un sector de alta exposición a beneficios sociales. En general, estas personas son más confiadas a las ofertas presuntamente institucionales y en muchos casos, por su menor familiaridad con los entornos digitales. Schwartz alertó que “los estafadores se aprovechan de esa expectativa de recibir subsidios y promociones para inducir respuestas rápidas y provocar la entrega de información confidencial”.
“Es el famoso phishing -remarcó la funcionaria- es una técnica de estafa que consiste en hacerse pasar por empresas, organismos públicos o contactos conocidos para obtener datos sensibles”. En muchos casos, los estafadores crean páginas web falsas completas y de alta calidad que llevan a la confusión y a “hacer clic” en enlaces maliciosos. El mensaje para los mayores es prestar especial atención a frases engañosas del tipo “ganó un premio” o “su cuenta fue bloqueada” así como los supuestos mensajes de famosos del deporte o del espectáculo ofreciendo beneficios.
Recomendaciones básicas para los abuelos
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No compartir contraseñas, códigos ni información personal por las redes, llamadas o mensajes.
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Verificar siempre la fuente oficial de las promociones o incentivos.
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No atender llamadas ni responder correos electrónicos sospechosos.
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Cambiar las claves personales con frecuencia y cada vez que surja alguna sospecha.
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Evitar las redes públicas, locutorios. etcétera para operaciones bancarias o sensibles.
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Denunciar de inmediato en Fiscalía, el banco correspondiente y la oficina de Defensa del Consumidor, si se consuma una estafa.