Esto es por citar algunas de las principales economías del G20; faltan un montón. En el caso específico de EE.UU. (en tanto primera potencia mundial), a fines de 2024 su deuda pública ascendía a más de 36 billones de dólares (USD). Su gasto era de más de 7 billones y su déficit de más de 2 billones. En intereses de deuda pública están pagando hoy más de 1 billón de USD. Lo más importante: la evolución porcentual de su deuda pública sobre el PBI: en 1960, era del 52,11%; en 1980 del 34,72%; en 2000 del 55,13%; y en diciembre pasado era del 123,15%. Un toco. Como punto de referencia puede decirse que las reservas de Oro del Tesoro de EE.UU. han superado el billón de USD, a medida que el metal precioso alcanza nuevos máximos históricos.
Sin embargo, este monto de reserva alcanza sólo para pagar los intereses de la deuda pública de EE.UU. por sólo un año… En lo que va de 2025, el USD no se fortaleció en términos globales; por el contrario, se debilitó frente a casi todos los activos relevantes: cayó un 11 % frente al Euro, más de un 30 % frente al Oro y alrededor de un 20 % respecto al Bitcoin. En estos momentos el Dollar Index es < a 98 (DXY=97,48).
Otro dato nada menor, la Reserva Federal de los EE.UU. (la Fed) ha retomado un ciclo de baja de tasas de interés de referencia, llevándola en septiembre pasado al rango 400- 425 puntos básicos. De esta manera, el dólar se hace menos atractivo para el resto del mundo, puesto que el rendimiento de los Bonos del Tesoro a 10 años está cayendo (en la actualidad su Yield es del 4,09%). El flujo de capitales globales, por tanto, migran hacia otras playas más soleadas como son las acciones en Bolsa, el Oro y el Bitcoin.
En otras palabras, si se produce una menor demanda de la moneda norteamericana, termina presionando su valor a la baja frente a otras monedas y demás activos. Y ya que estamos hablando de monedas, esta descripción representaría la cara de una moneda. Entonces, ¿cuál sería la cruz? Sin dudas, el aumento de la liquidez a nivel global. Nunca hubo tanta liquidez como ahora. Con datos al mes de agosto de este año, el M2/M3 Global (Global Money Supply) ascendía a casi 140 billones (Trillions) de USD, donde el dinero o moneda fiduciaria (Fiat Money) era de 112,9 billones (81,8%) y el dinero o moneda dura (Hard Money) alcanzaba los 25,1 billones (18,2%).
Esta última se repartía así: 22,7 billones en Oro y 2,4 billones en Bitcoin (la dominancia de este último es de casi el 60% frente al resto de criptomonedas). Para poder tener una visión por país/región, la totalidad de las monedas fiduciarias del mundo fueron convertidas a dólares norteamericanos (Currencies Converted to US Dollar). De este modo, China (atención) encabeza el pelotón con 45,9 billones, la sigue EE.UU. con 22 billones, luego vienen la Zona Euro con 18,3 billones, Japón 8,5 billones, Reino Unido 4,2 billones, mientras que el resto del mundo reúne 14 billones.
Con semejante liquidez dando vuelta por el mundo es de cajón que toda esa masa de guita se mueva hacia las Bolsas, el Oro y el Bitcoin. Para además pesa algo muy importante que no hay que dejar de lado: los inversores minoristas en EE.UU. Los inversores minoristas ya representan el 39% del mercado de acciones en los EE.UU. Entre muchas razones expuestas para explicar esta situación, hay una que se destaca y viene del ámbito sociológico: hasta no hace tanto, el promedio de edad que un norteamericano compraba su primera casa era los 29 años; ahora dicha edad es de 41 años.
Los más jóvenes, por tanto, son conscientes hoy que como no pueden acceder a su primera casa, los dólares que tienen los meten entonces en Bolsa; y la Bolsa, por tanto, crece. Como dice Brian Sozzi (editor ejecutivo de Yahoo.Finance): “Si Ud. es un CEO que ignora al inversor minorista, lo hace bajo su propio riesgo y cometiendo una estupidez generalizada”. Pero además, se suma el hecho que, por un lado, los Bancos Centrales (el de China es el principal, pero no el único) compran Oro como si no hubiera un mañana, y, por otro lado, cada vez más empresas adquieren Bitcoin como nueva forma de cobertura de flujo de caja. Por el momento, el mainstream tiende a converger por el lado de acciones de las 7 Magníficas, el Oro que no para de subir, y el Bitcoin que tampoco deja de hacerlo. Para terminar: evitar marearse en las alturas y no olvidar que los “árboles no crecen hasta el cielo”.
Disclaimer: El contenido de este apunte no debe interpretarse bajo aspecto alguno como consejo de inversión o recomendación de compra o venta de un activo o título en particular. Dicho contenido representa únicamente la opinión personal de quien lo suscribe. En todos los casos, todo inversor particular debe asesorarse con un profesional (ALyC) inscripto y habilitado a tal efecto ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) de la República Argentina.
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