La obra comenzó el 20 de septiembre y tiene como fecha de finalización el 29 de diciembre, lo que implica 100 días de trabajo continuo, con jornadas extendidas y equipos técnicos desplegados en múltiples sectores. “Venimos bien. El avance ya alcanza el 30 %, y eso habla del compromiso técnico y político detrás de esta obra”, afirmó el ministro de Desarrollo, Gustavo Puccini. “Estamos recuperando una infraestructura clave para centrar a Rosario como eje de un hub logístico para potenciar el desarrollo productivo del interior, con estándares internacionales y capacidad para recibir aeronaves de gran porte”.
Durante estas primeras semanas, se completaron tareas de demolición en sectores deteriorados, estabilización granular y colocación de hormigón en zonas estratégicas como la cabecera 02 y la calle de rodaje Bravo. También se activó la planta mezcladora de hormigón en el obrador y se avanzó en la aplicación de capas asfálticas modificadas.
En paralelo, se trabaja en la modernización del sistema de balizamiento: se retiraron más de 150 balizas y 30 luces de umbral, se diseñaron nuevos circuitos de iluminación y se recibieron las bases para transformadores en el borde de pista. Estas mejoras permitirán elevar la categoría operativa del aeropuerto y garantizar mayor seguridad en las maniobras de aterrizaje y despegue.
Desde el obrador, los equipos técnicos avanzan en la ampliación de la plataforma de viraje en cabecera 20, el fresado de capas asfálticas, la reparación de losas y los controles de calidad sobre los materiales utilizados, incluyendo ensayos de probetas y verificación de cañeros.
Una vez finalizada, la nueva pista permitirá operar vuelos internacionales de gran capacidad, incluso en simultáneo, y abrirá la puerta a nuevas rutas directas desde Rosario hacia destinos estratégicos”.

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