El mensaje de 7 minutos grabado por el ministro de Economía, Luis Caputo, reivindicó el rumbo y rechazó las especulaciones sobre un nuevo salto cambiario. “Argentina no necesita devaluar para ser competitiva. A esta altura es casi arcaico pensar así”, afirmó Caputo ante un auditorio que lo escuchó con expectativa. El eje central de su mensaje estuvo puesto en la “segunda etapa” del programa económico, que, según prometió, traerá reformas laborales y tributarias.
Bullrich le respondió a Pullaro
La ministra de Seguridad y candidata Patricia Bullrich irrumpió en el Coloquio, aunque no figuraba en el programa. La funcionaria lanzó sus críticas a los gobernadores y consultada puntualmente sobre los dichos del gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro (que cuestionó que la Argentina va “cada tres meses al Fondo”), respondió que: “Las provincias cada diez minutos le piden plata al gobierno nacional. Queremos acuerdos, pero para cambiar. Si bajamos impuestos y las provincias los suben, vamos por caminos distintos”.
Llaryora y Torres pidiendo federalismo
Más allá de los funcionarios de gobierno, el Coloquio también tuvo otro capítulo político con la presencia de los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba) e Ignacio Torres (Chubut), quienes aprovecharon el escenario para promocionar a su nuevo espacio, Provincias Unidas, tratando de ubicarse y ganar terreno en medio de la polarización de La Libertad Avanza y Fuerza Patria. Los dos gobernadores coincidieron en pedir reformas estructurales, pero además pidieron un enfoque “federal y equitativo”.
Pettovello en privado
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, participó de un almuerzo reservado en el Hotel Costa Galana, a pocas cuadras de la sede oficial del Coloquio, sin periodistas, cámaras, o grabaciones. Según trascendió, por dichos de los presentes, su discurso fue bien recibido por los hombres de negocios y hasta habría confesado que varias veces tuvo ganas de renunciar.
Los empresarios y la presión impositiva
El tema tributario fue uno de los más calientes del Coloquio. En un panel que reunió a referentes de grandes compañías, los ejecutivos coincidieron en reclamar una reforma impositiva integral que baje la presión fiscal y combata la evasión, estimada en 4% del PBI.
“Vemos bien el superávit fiscal, pero no se tradujo en una baja sustancial de impuestos. La rentabilidad está muy tironeada. El Estado se tiene que poner los pantalones con la evasión”, señaló Nicolás Braun, gerente general de La Anónima.
Entre todos los ejemplos y reclamos que se hicieron por el tema, el de los impuestos municipales también estuvo presente en el caso de los combustibles. Andrés Cavallari, CEO de Raízen Argentina, dijo que “se pagan hasta ocho tasas diferentes en una estación de servicio. Es irracional”.
Los economistas de Invecq encargados de explicar los grandes números, calcularon que la presión asciende al 45% del PBI. “Si se reduce la evasión a niveles regionales, el país recuperaría cuatro puntos del producto”, explicó el analista Matías Surt.
Un Coloquio entre el optimismo y la prudencia
El cierre del 61° Coloquio de IDEA deja una sensación diferente a la del año pasado. Por un lado, hay un respaldo generalizado al equilibrio fiscal, reformas y apertura económica (esta última con diferencias entre sectores). Por otro, hay cierta desconfianza sobre la capacidad del oficialismo para construir consensos y poder para avanzar en el Congreso.
En los pasillos de los hoteles, los cafés de la calle Alem, las canchas de paddle o la bodega que visitaron algunos empresarios se habló de economía y política y se notaron las tensiones de la realidad, con la mirada puesta en los mercados y testeando si el Tesoro de Estados Unidos compraba pesos. En las charlas oficiales también hubo promesas y reclamos y el encuentro se consolidó, una vez más, como termómetro del poder.