La industria metalúrgica de la región acusa un alarmante estado que mantiene a la mayoría de los emprendimientos con cerca del 50% de su capacidad instalada ociosa. En el balance próximo a fin de año, Rafael Catalano, presidente de la AIM, relató que “nos encontramos en una situación sumamente compleja, sin horizonte a mediano plazo y mirando cada día la quincena que viene”. Para el dirigente industrial, “ese cortoplacismo nos está matando y nos desanima”.
La falta de crédito a tasas competitivas es un obstáculo, no obstante lo cual, Catalano advirtió un agravante: “en nuestras Pymes hoy, el crédito es para el gasto operativo diario, porque los industriales estamos financiando los gastos corrientes con toma de deuda a largo plazo”, enfatizó.
Provincia y municipio no tienen “poder de fuego”
Para los empresarios lo que se necesita es una política nacional que potencie el perfil industrial del país “que hasta ahora, no hemos visto”. Desde luego, la AIM valora el proceso de estabilidad inflacionaria y superávit fiscal alcanzado en los dos años de gobierno de la Libertad Avanza pero, advirtiendo que el orden macroeconómico es necesario aunque, no suficiente si no hay políticas activas de industrialización que potencien el mercado interno.
La carga impositiva es otro factor que atenta contra la productividad de las empresas. Días atrás y desde el rubro textil, advirtieron que el 50% del valor de una prenda de indumentaria que llega al mercado son impuestos. Lo cual “no solo nos impide competir con China, así no podemos competir con nadie”, acusan los textiles.
Las Pymes metalúrgicas poderaron los esfuerzos de gobiernos locales para asistir al sector en crisis aunque, aseguran que la solución debe venir desde las políticas nacionales: “el poder de fuego de los municipios y las provincias es escaso”, terminó Catalano.
“Reconvertirse no es mágico, lleva años”
Para la AIM es necesaria una reconversión industrial que se adapte a las nuevas exigencias del mercado internacional pero, advirtieron que esa reconversión no es proceso “mágico ni de un día para otro”. Las empresas cuentan con instalaciones y maquinarias específicas, producto de inversiones de varios períodos y no ven factible adaptarse a un cambio de escenario si no hay plazos suficientes y asistencia para el sector, que genera más del 70% de la mano de obra en el país.