Se viene la cuarta y más grande subasta de propiedades secuestradas a los jefes narco, recuperadas en operativos policiales y destinada a desarticular el poder económico de los principales delincuentes. La mayoría de esos cabecillas está preso y aunque queda una decena de prófugos (todos con recompensas sobre sus cabezas que alcanzan los $ 60 millones), ya no pueden disponer de sus bienes ni sus familiares pueden liquidarlos. En total, se ofrecerán 159 lotes de vehículos, inmuebles, joyas, celulares, materiales de construcción y electrodomésticos “por lo que esperamos que esta subasta sea un éxito y una oportunidad de negocio para los particulares interesados”, resaltó Matías Figueroa Escauriza, secretario de Gestión de Registros.
“Lo que quitamos a los malos vuelve a los buenos”
Este proceso, además de una finalidad recaudatoria, tiene como objetivo “desarticular a las grandes organizaciones criminales sacándoles la plata, vendiéndoles los bienes y que dejen de tener dinero para operar en el territorio”, subrayó el funcionario. “Lo que quitamos a los malos vuelve a los buenos”, remató. Desde que comenzaron estas subastas (la de la mañana es la cuarta) fueron resarcidas más de cien víctimas del delito y la inseguridad, aprovechando el dinero de los remates. Como detalle, el lote más barato que saldrá a la venta cotiza en $ 25.000 de base y se trata de un celular nuevo y en caja original. El remate más importante en una casa ubicada en la localidad de Funes, valuada en un piso de $ 50 millones.
Habrá cuatro horas para revisar las ofertas, de 8.30 a 12.30 horas, luego habrá que inscribirse y finalmente por la tarde, el rematador comenzará a escuchar las propuestas y a bajar el martillo. Según proyecciones oficiales, la quinta venta de bienes del delito será a comienzos del año que viene en Rosario: “el objetivo es tener dos o tres subastas al año para liquidar rápido los bienes secuestrados y que no pierdan valor”. explicó Figueroa Escauriza.
Qué es y cómo funciona la Aprad
Es la Agencia Provincial de Registro, Administración y de Bienes y Derechos Patrimoniales. Algo así como la encargada de cumplir con la consigna de “sacarle a los malos y que vuelva a los buenos”. Administra -y finalmente, vende en subasta pública- los efectos secuestrados derivados del delito con el fin de darles utilidad social.
En el caso de los automóviles, en muchos casos son asignados a fuerzas policiales, al servicio penitenciario y a entidades educativas o asistenciales de la provincia. Aquellos lotes de menor valor (utensilios de cocina, prendas de vestir y otros bienes hogareños ) uelen ser destinados a entidades de beneficencia.
La Aprad estima que en las tres subastas anteriores se vendieron lotes por un valor de 2.300 millones de pesos, dinero que fue destinado a reparar a las víctimas de los delitos de las pandillas desarticuladas y a financiar políticas sociales.
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