Con el entusiasmo y la fuerza de -al menos- seis gobernadores, “Provincia Unidas” lanzó en Santa Fe su campaña nacional hacia las legislativas del 26 de octubre. El anfitrión fue el gobernador Maximiliano Pullaro y el invitado principal el exmandatario cordobés, Juan Schiaretti. Unos seiscientos militantes enmarcaron el acto, cargado de críticas por partida doble: hacia el kirchnerismo y hacia la gestión nacional de MIlei, en la intentona de romper “la trampa electoral de la grita”.
Pullaro acusó que “el kirchnerismo dilapidó los recursos de la bonanza”, acusando al “populismo de derecha y de izquierda porque fracasaron”. Para el santafesino, “Provincias Unidas es el proyecto federal que necesita Argentina”.
En total sintonía, Schiaretti definió a Córdoba y Santa Fe “como provincias mellizas que concentran la producción láctea, cerealera y de maquinaria agrícola del país”. Para el exgobernador “Provincias Unidas es un proyecto político nacional” para romper la grieta y las falsas antinomias, estas elecciones.
Gisella Scaglia, primera candidata a diputada nacional santafesina por el frente de los gobernadores fue la oradora principal y aseguró que “no somos de los que bajamos los brazos ni gritamos para imponer y sabemos que el país se levanta trabajando, no con planes ni clientelismo”, remató.
Convenio para vacacionar en Alta Gracia
En medio de los acuerdos políticos, Pullaro y Schiaretti firmaron un convenio para poner en valor la colonia de vacaciones de Santa Fe en la villa serrana de Alta Gracia. También se sumó al proyecto el intendente de la principal ciudad del valle de Paravachasca, Marcos Torres Lima, comprometiéndose al cuidado conjunto de la propiedad santafesina.
La Colonia cuenta con 11 hectáreas dentro del espacio urbano de Alta Gracia, siete chalets, comedor y alojamiento para turismo social. La intención de la provincia es recuperar esas instalaciones y disponer del predio para que alumnos de escuelas santafesinas puedan veranear en una de las ciudades ícono de las sierras cordobesas.
El centro turístico fue cerrado en 2018 y presenta un marcado deterioro edilicio que ambas jurisdicciones (gobierno de Santa Fe y municipio de Alta Gracia), se comprometieron mutuamente a recuperar.

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